A veces vale la pena desconectarse, un poco, dejarse llevar sin preocuparse por qué preguntar, responder u opinar. Estuve en Río Lagartos, una población en la península de Yucatán. Viven básicamente de la pesca y el turismo, pues ahí se encuentra una reserva natural en la que encuentras la maravillosa postal de flamingos en su entorno natural. En fin, estaba ahi, después de un par de horas de compartir la nada con Jesús, el pescador que me guió por la reserva. Entonces llegamos a un tema que nos inunda en México, las elecciones. ¿Usted por quién votará?, preguntó. Le dije que no tenía preferencia aún y que vendrían meses de escuchar mucho para decidir. Me dijo: "acá tal vez se le dé la oportunidad al Peje", "ya se le dió a unos, ya se le dió a otros, ¿por qué no darle la oportunidad a otro?". No supe qué responderle, sólo guardé silencio. Seguimos hablando de muchas cosas, de las vedas de pescado, de cómo se maneja la reserva natural, de las especies de la región, de la nada. Jesús no tiene Facebook, ni Twitter. Le pedí su mail para recomendarle con otros amigos que visitaran el lugar.No tiene. Me dijo: que lleguen y pregunten por mí, pero cuidado, porque puede que le pongan a otro que no sea yo con tal de turistearlos. Olvidé tomarle foto, pero recuerdo que salimos a las 6 am para encontrar el amanecer y juro que hace muchos años que no reía tanto durante una mañana.
En el pueblo, había casas con lonas impresas "en esta casa apoyamos a" y tres fotografías, el fondo tricolor. No necesitan poner nombre, los ubican.
Con esto sólo voy a que a quienes nos dedicamos a la comunicación digital, siempre nos viene bien desconectarnos, y saber que hay un mundo afuera, lejos de los KPI´s y las estadísticas. Sólo ese mundo que nos nutre y nos hace repensarnos desde lo humano, dándonos ideas frescas para cuando regresamos a los indicadores y los powerpoints.
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